¿Listo para sumergirte en el maravilloso mundo de la kombucha?

Antes de dar el primer sorbo, déjanos guiarte a través de esta experiencia sensorial de frescura y vitalidad.

  • Temperatura

    La Kombucha, al ser una bebida viva, fermenta constantemente, consérvala refrigerada. Puedes tomarla de la botella o en tu vaso preferido con un par de hielos. ¡Experimenta y encuentra tu forma favorita!

  • Sedimentos

    Si encuentras sedimentos en tu bebida, significan que está viva y llena de probióticos. Puedes tomarlos o retirarlos, ¡disfrútala como prefieras!

  • Agitación suave

    Antes de servir, agita suavemente la botella de Kombucha para redistribuir los sedimentos y los sabores que pueden haberse asentado en el fondo.

  • Degustación

    Tómate tu tiempo para saborear cada sorbo y nota los matices de sabor. La Kombucha puede tener un sabor ligeramente ácido, a veces con notas afrutadas o florales, dependiendo de los ingredientes del sabor que hayas seleccionado.

  • Frecuencia

    Si es tu primera vez al tomar una Kombucha, podrás notar más movimiento intestinal, no le pasa a todos pero también es normal si te ocurre, después de que tu cuerpo se haya acostumbrado a su primera Kombucha, puedes empezar tomando un par de kombuchas a la semana y eventualmente 1 o 2 al día. Lo común es que notes una sensación de bienestar.

  • Almacenamiento

    Una vez refrigerada la kombucha puede durar meses, aunque su sabor puede cambiar ligeramente con el tiempo.


    Te recomendamos consumirla en un máximo de 4 meses.